Las Tribus del Viento – Edición en español
Reconstruye el mundo de un planeta contaminado
En un panorama post-apocalíptico, las Tribus del Viento, deberán reconstruir el mundo sobre las ruinas de un planeta contaminado. Para ello, tendremos que plantar bosques, construir nuevas aldeas y templos, y descontaminar las áreas vecinas.
Las Tribus del Viento es un juego de cartas en el que deberemos jugar nuestra mano, pero con mucho cuidado, ya que el efecto o incluso la posibilidad de jugar una determinada carta puede variar según el dorso de las cartas del resto de personas de la mesa.
También podremos enviar jinetes del viento a explorar el territorio, plantar bosques o construir aldeas y templos utilizando los recursos que hayamos recolectado.
A lo largo de la partida, lograremos completar algunos objetivos que nos permitirán desbloquear habilidades especiales y mejorar los poderes de nuestra tribu.
Cuando alguien construya su quinta aldea, se disparará el final de la partida. La persona que tenga más puntos, dependiendo de la polución que haya conseguido limpiar, las aldeas, los templos, la forma de sus bosques y otros objetivos, se alzará con la victoria.
En un mundo postapocalíptico, las tribus del viento van a reconstruir el mundo sobre las ruinas contaminadas del pasado.
Los jugadores tendrán que plantar bosques, construir nuevas aldeas y templos y descontaminar las zonas circundantes.
Podrán jugar cartas de su mano. Pero ¡cuidado! El efecto o incluso la posibilidad de jugar la carta puede variar dependiendo… del reverso de las cartas de tus oponentes circundantes.
Los jugadores también pueden enviar a sus jinetes del viento a explorar la zona, plantar bosques o construir aldeas y templos utilizando todos los recursos reunidos.
A medida que avanza el juego, te esfuerzas por completar objetivos que te permitirán desbloquear las habilidades especiales de tu guía y mejorar los poderes de tu tribu.
Cuando alguien construye su 5ª aldea, se desencadena el final del juego. El jugador con más puntos, en función de la contaminación, las aldeas, los templos, la disposición de sus bosques y otros objetivos diversos, ¡gana!
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